domingo, 18 de enero de 2015

PALABRAS DE ALIENTO

Cuantas veces nos sucede,
que estamos desconsolados
por algo, y aparece alguien
que nos escucha y nos da,
palabras de aliento...


                                                                    


          Esto que voy a relatar, le pasó a una de mis amigas, hace ya bastante tiempo. Pasó que, ella se separó de su primer marido, y tenían ambos dos hijos. Un varón y una nena. El varón se fue con ella, mi amiga y la hija se la dejó al padre porque no tenía suficiente dinero y tenía que trabajar, para mantener a su hijo, darle estudios y demás gastos.
          A los tres o cuatro años, conoce a otro hombre, que le demostró ser bueno, aparentemente. Empezó a convivir con él, de esa relación nació un hijo, y con el tiempo las cosas se pusieron feas para ella. No le daba dinero para que se compre las cosas necesarias para ella, no le dejaba salir a visitar a sus padres, estaba en una celda de su propia casa, hasta que se pudo ir, sin que él lo supiera.
          Y buscó trabajo, ganó buen dinero, se compró un terreno, que con la ayuda de sus hijos trabajando juntos, haciendo de albañiles, levantó su casa, sencilla y muy acogedora. Pero, había un problema durante muchos años, su hija quedó muy rencorosa, porque ella la dejó con su padre, y se lo recriminaba siempre.
          Entonces, cierta tarde, que fue a la casa de la hija, ya casada con un panadero, mi amiga salió muy mal de aquella casa, no toleraba tantos reclamos de su hija, y saliendo a la calle, empezó a caminar, y sin darse cuenta que cerca de la casa de la hija, hay un parque, y caminó por el mismo, sentándose en un banco a llorar un poco.
          De repente, dice, que apareció una mujer de la nada. Se sentó al lado de ella, le preguntó qué le pasaba, y mi amiga le confió lo sucedido. Esa mujer le dijo palabras tan dulces y compasivas, que le llenó el alma y el corazón de gozo. Mi amiga busca en su cartera, un pañuelo para secarse las lágrimas, y cuando mira a la mujer, ya no estaba más, por ningún lado.
          La buscó por todos lados, como no la vio más, siguió sus pasos hasta el transporte de pasajeros, que la traería a su casa. Cuando llegó a su hogar, llegó feliz. Al poco tiempo, su hija cambió el modo de tratarla mal, mi amiga piensa que esa mujer que vio en el parque, pudo ser un ángel de Dios... tal vez si, por qué no? Los milagros existen.


                                                                    
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 Historia real, contada por mi amiga Lourdes ( no me dijo el año que le pasó esto).-            

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