que voy al supermercado,
me sorprendió una mujer
anciana, haciéndole una
pregunta a mi entender
tonta, pero para ella,
totalmente sorprendida...
Ese día después de comprar lo que necesitaba, me dirigí a la fila de la cajera para pagar los alimentos, y tenía por delante tres o cuatro personas con sus compras respectivas. Después de algunos minutos de espera, pasa la viejita con su mercadería y le pregunta a la cajera, si le hizo el descuento de unas golosinas en oferta.
La cajera muy amable, le responde que la máquina se encarga de hacer el descuento en cuestión. La anciana asombrada o mejor dicho sorprendida, le insiste que cómo la máquina va a saber descontar la compra en oferta.
Mi carácter es a veces un poco que se introduce en la conversación de los demás, y le explico que la máquina está programada, y esa programación la hacen los o las empleadas desde la central del supermercado. Y la cajera asiente con la cabeza, afirmando lo dicho y repitiendo esas palabras: "programada, programada...".
La señora pagó su compra, le salió en el ticket el descuento que preguntó antes y se fue. Al pasar mi mercadería, la cajera agradeció la aclaración del descuento, me cobró, le pagué y volví a mi casa, contando esta anécdota graciosa, en pleno siglo XXI y hay personas que no están al día con la tecnología avanzada.
Historia real, 19/8/2015
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