A veces quedamos mal con algunas
personas por ser amables de nuestra parte,
y tratar de acompañar a través del teléfono,
con algunas palabras de aliento en la soledad
de la noche....
En las caminatas con mis mascotas, he tenido la oportunidad de conocer a muchas personas. Y en una de ellas, conocí a un vecino que vive a dos cuadras de mi domicilio, un hombre mayor, de ochenta y cuatro años, mejor dicho, lo veía junto a su esposa, pero por esas cosas de la vida, uno no habla hasta que por cualquier motivo, se comienza a dialogar...
Él quedó viudo hace más de un año, y cuando recuerda a su difunta y amada esposa, las lágrimas le recorren su rostro...y a raíz de enterarme primero que estaba muy enferma y luego del deceso, cuando yo pasaba por su casa junto a mi perra, y él regaba sus plantas que tiene frente a su casa, le preguntaba cómo se sentía, y le daba ánimo para diciéndole que pronto se le pasaría la tristeza y se iba a poner mejor.
Un día, pasando como casi todos los días, y lo encuentro haciendo lo de siempre, regando sus plantas, tuve una idea y se lo comuniqué: le pregunto si no le molestaría que lo llame un rato en la noche para conversar de cualquier tema. Estuvo de acuerdo, le gustó la idea y nos copiamos los números de nuestros teléfonos.
Pasaron dos semanas y no me llamó nunca y tampoco lo veía más regando sus plantas. Cierta noche decido llamarlo. Me atiende, pregunta quién lo llama y le respondo con mi nombre. Por preguntar algo, le digo, dónde conoció a su esposa, cuánto tiempo estuvieron de novios hasta que se casaron, y qué se cocinaba en el día, por hablar algo.
Volví a llamarlo dos veces más y en la última vez, me pide que no lo llame más porque se sentía mal, se le subía la presión y le agarraba taquicardia...y agregó además que los hijos lo iban a tomar para mal...yo sorprendida con lo que me dijo, le respondí que no se haga más problema y que no lo llamaría más, y le aclaré que mi intensión era conversar para que no se sintiera solo y no para que le haga mal a su salud. Y así lo hice.
Enojada un poco con lo que me había dicho éste vecino, le escribo a un amigo contándole todo esto, pero como un desahogo nomás, y recibo como respuesta: Sos una mujer fatal!!! Jajaja!!! y se me pasó el enojo y me quedé riendo sola, porque al final, es un anciano que ya no está en sus cabales normales y tiene muchos cambios de personalidad , lógicos para algunas personas mayores.
Gracias por llegar hasta aquí!!!!
Diana
No hay comentarios:
Publicar un comentario