jueves, 30 de octubre de 2014

LA SIESTA SAGRADA DE MI TÍO

Mi tío y padrino Ramón,
después de almorzar,
se recostaba un rato
para más tarde, levantarse
e ir a trabajar...



                                                                     


          En los veranos que iba para la ciudad de Coronel Suarez, ciudad natal de Sergio Dennis o Héctor Hoffmann, el cantante, persona que nunca ví en realidad, solo por la tele. Lo aclaro por las dudas.
          En esos tiempos a los adolescentes no nos gustaba dormir la siesta, o sea, acostarse algunos minutos u horas, después del almuerzo, cosa que sí hacían los adultos. Cierta tarde, nos reunimos con los vecinos de mi tío, ya que eran amigos de mis primas que todos tenían casi la misma edad, y la charla se empezó a poner cómica y por ende, levantábamos la voz cada vez más alto.
          De pronto, escuchamos unos golpes en la persiana de la ventana de su dormitorio. Y claro, nosotros apenas los sentimos, y seguimos conversando afuera en la vereda. Al rato, sube la persiana y le dice a mi prima que nos haga callar. Mi prima conociéndolo, nos pasa el mandato y nos tuvimos que callar.
          Pero la charla estaba tan amena, que no nos contuvimos y empezamos a reírnos, ¡huy! se armó la guerra. Salió mi tío con un pantalón corto y el cinto del pantalón en las manos, que yo me pregunté:¿qué va a hacer mi tío? Y empezó a los gritos:-¡Se van todos a su casa, que estoy durmiendo la siesta! ¡Cuando me vaya a trabajar, griten todo lo que quieran, ríanse, salten, golpeen, pero ahora se van a sus casas, QUE QUIERO DORMIRRRR!
          Entonces, cada uno de los chicos se fue para su casa, mi prima y  sus amigas junto conmigo nos fuimos al patio de atrás de la casa, nos sentamos bajo la sombra de un ciruelo amarillo, cosechamos algunos, los pusimos en agua fresca y los empezamos a comer, todas calladas, hasta que mi tío se fue a trabajar.
          Y así todas las tardes, las pasábamos calladas en la hora de la siesta, hasta que mi tío se iba a trabajar. Después se hacían las charlas con amigos y amigas de mi prima tranquilas, porque la siesta era sagrada para mi tío.




Historia real de todos los veranos. Desde 1972 a 1977.-
*********************************************************************************

No hay comentarios:

Publicar un comentario